5 playas de ensueño de las que no sabes......

Praia do Sancho - Fernando de Noronha, Brasil

En el famoso nordeste brasileño, en el estado Pernambuco, se encuentra el archipiélago volcánico de Fernando de Noronha, conformado por 21 islas renocidas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Sólo una isla, la principal y de mayor tamaño, puede recibir personas; hay apenas 2.000 moradores permanentes y se acepta un máximo de 300 turistas, los que deben pagar una tasa diaria de “preservación del medio ambiente” y una entrada para acceder al Parque Nacional Marino. A pesar de estas restricciones y de que la infraestructura turística es muy básica (la mayoría son posadas familiares que casi siempre carecen de agua caliente y,además, existen pocos restaurantes), los visitantes no dudan en pasar varios días ahí. La playa más famosa es Praia do Sancho, ubicada en la Baia dos Porcos y a la que hay que acceder bajando desde un risco de 50 m de altura por una infartante escalera metálica. La aventura vale la pena: una playa casi desierta, con arena dorada y agua cristalina, perfecta para hacer snorkeling entre peces tropicales, tiburones, rayas, tortugas marinas, delfines y naufragios, que están muy cerca de la costa. Antes del amanecer es posible avistar la llegada de los delfines y al atardecer comienzan a salir cangrejos amarillos en la arena. En resumen, un maravilloso espectáculo natural. La época ideal para ir es entre julio y diciembre, cuando el mar está más calmo.

LAS TERRENAS -Samaná, República Dominicana

Cuando uno piensa en las playas de República Dominicana, de inmediato se viene a la mente Punta Cana. Pero el país tiene otras “joyitas” mucho más escondidas.

Las Terrenas es una de las zonas más vírgenes de República Dominicana y es famosa por sus playas y un turismo de estilo mucho más local. En la península de Samaná, ubicada en la costa noreste del país y con 850 km cuadrados, los grandes hoteles todo incluido son una excepción (a diferencia del resto de las playas del país), ya que es un destino donde el turismo independiente lleva la batuta, con pequeños hostales y cabañas manejados por la gente de la zona.

Durante el siglo XVII fue un famoso puerto por el que los ingleses traficaban esclavos. Pero de su tétrica historia poco y nada ha quedado y hoy este destino se luce con sus playas de arena blanca rodeadas de altas palmeras y barquitos de colores pastel que adornan sus aguas celestes, de las cuales la más destacada es Las Terrenas.

La península es famosa por tener la mayor plantación de cocoteros por metro cuadrado del mundo y porque cada año, a mediados de invierno y primavera, unas tres mil ballenas llegan a estas costas para aparearse, actividad que es seguida por científicos y turistas. Samaná tiene un aeropuerto internacional propio que se encuentra en Santa Bárbara, antiguo pueblo de pescadores, que es la localidad principal de la península.

BABY BEACH-aruba

Sus aguas son tan calmas que hasta un bebé podría bañarse apaciblemente en ellas. Y por esa razón fue que esta idílica y exclusiva playa consiguió su nombre, situada en la isla de Aruba, pleno Caribe.

Desde hace unos meses acceder a este destino se ha facilitado para los turistas chilenos, con vuelos directos de Panamá y sin tener que hacer una escala en Miami, que llevaba la consiguiente necesidad de sacar una visa para Estados Unidos.

Baby Beach se ubica aproximadamente a 45 minutos desde Palm Beach, la zona más turística de la isla. Es ideal para un paseo por el día porque tiene zonas de picnic y restaurantes, además de estar muy cerca de San Nicolás, un poblado mucho menos turístico, lo que permite empaparse del espíritu “arubiano” más real, que está compuesto por una curiosa mezcla cultural que incluye a holandeses, africanos, chinos y coreanos.

Quienes la visitan dicen que el color de sus aguas es impactante, con hasta cuatro tonos distintos, y una tranquilidad que más la hace lucir como una laguna. Por esto es muy recomendada para el snorkeling y hay varios lugares alrededor de la playa donde se pueden arrendar equipos.

Otro dato interesante: es una de las dos playas de Aruba donde se permite nudismo, así que después de todo, quizás no es “tan” para niños como su nombre indica.

PLAYA FLAMENCO-Isla de Culebra, Puerto Rico  

  

Fue nombrada la playa más bella de los Estados Unidos por Discovery Channel. Porque, sí, la isla de Puerto Rico es parte de los Estados Unidos, aunque como Estado Libre Asociado, con un estatus de autogobierno. Por eso, no es sorpresivo que la mayoría de los turistas que llegan a playa Flamenco, ubicada en la Isla de Culebra, a 10 kilómetros al este de la Isla Grande, sean estadounidenses.

Con un kilómetro y medio de extensión, esta clásica playa caribeña (arena blanca, aguas turquesas) cuenta con un especial atractivo: sus tanques. Eso se debe a que esta zona fue en el pasado parte del Campo Roosevelt, un centro de entrenamiento militar de los Estados Unidos. Los tanques son un pintoresco detalle (al que se le saca provecho turístico, por supuesto) y no afectan en nada el movimiento de la playa, que tiene zona de camping (administrada por el gobierno estadounidense), salvavidas, zonas de duchas y tiendas donde se arriendan sombrillas y equipos para hacer snorkeling.

Además, playa Flamenco esta rodeada por el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Culebra, una de las reservas más antiguas de Estados Unidos, donde hay más de 50 mil aves de 13 especies diferentes, que en ese lugar se dedican a reproducirse y alimentar sus crías.

A isla Culebra se puede llegar en ferry desde San Juan de Puerto Rico, los que incluso salen de madrugada.

WEST BAY-Isla Roatán, Honduras 

Aunque en Honduras el idioma oficial es el español, en la isla Roatán, situada a 48 km de la costa hondureña, se habla tanto el español como el inglés.Por la isla pasaron mayas, españoles y, durante largo tiempo, una colonia británica que dejó muy arraigado en sus habitantes su idioma. Tanto así, que hoy los más adultos sólo hablan inglés y los más jóvenes se esfuerzan por ser bilingües, lo que configura un escenario muy distinto al del resto del país. Porque la verdad es que Roatán es un mundo aparte: la pequeña isla es de sólo 45 km de largo y su punto más ancho no supera los 8 km; la población se concentra en apenas un 10% del lugar y el resto es sólo selva.

A la muchísima naturaleza que aquí se puede encontrar, se suman playas perfectas, con arena muy fina y blanca, y un excelente mar para bucear. En sus aguas cristalinas y de color turquesa es posible interactuar con peces de muchos colores, delfines y hasta tiburones, además de conocer la segunda barrera coralina más grande del mundo. Su mejor playa es West Bay, que es donde vive la clase alta de la isla y se caracteriza por su mar sin olas. También aquí se encuentran la mayoría de los resorts y algunos parques de atracciones como Gumbalina Park, que concentra circuitos de canopy, un zoológico y algunos museos de no muy buena calidad.

A pesar de no ser muy difundida en Chile, la isla de Roatán recibe al menos cinco cruceros diarios en temporada alta.